Y es que ese debe ser el titular de esta gran noticia. Después del experimental "Averia y Redención", y su exilio voluntario de su discográfica porque ésta pretendia quedarse con el 10% de los beneficios de sus conciertos, ve la luz del dia un gran disco del Quique Gonzalez de siempre, de aquel que nos enamoró con discos como "Salitre 48" o "Kamikazes enamorados"
Grabado en Nashville con mucho gusto, Quique utiliza los recursos que dan los músicos de esta ciudad con mucha inteligencia, ya que puedes oir notas de pedal steel guitar, mandolinas y violines pero sin ese tufillo country del cual suele salir impregnada cualquier música que se graba allá. Las letras rayan a gran altura y la música hace muy placentera la escucha de las mismas.
El disco ha sido editado por Last Records, compañía improvisada por la promotora de conciertos que lleva Quique Gonzalez y a Fito y Fitipaldis entre otros, y esto es una buena noticia también, porque la ruptura de Quique con Dro ocurría cuando éste volvia de Nashville con el disco debajo del brazo y no se sabia que ocurriría con el mismo.
En definitiva, Quique Gonzalez ha vuelto con mas fuerza que nunca, y vuelve para quedarse entre nosotros por mucho tiempo.
